Cuando te llevas la vida personal y familiar al trabajo y los empleados bajan su rendimiento por problemas personales o familiares.
Muchas veces nos detenemos a reflexionar sobre los problemas laborales que uno se lleva al propio hogar ¿Es correcto trasladar los problemas laborales a casa? Claramente no, pero ¿cómo se hace para dejar las cuestiones laborales en el trabajo? Realmente ésta es una situación que puede afectarle a cualquiera independientemente del puesto de trabajo que desarrolle: empleados, profesionales, jefes y directivos. Aunque son estos últimos, con más responsabilidades, quienes más padecen la situación.
Fuente: buscarempleo.es
Pero ahora revirtamos la situación ¿Qué pasa cuando uno lleva los problemas familiares al trabajo? Creo que sobre esta cuestión se escucha mucho menos y es igual de importante que la anterior. Ambos panoramas influyen sobre el otro, tanto si llevamos problemas laborales a la vivienda como si llevamos problemas familiares al trabajo.
Y es que en varias ocasiones, al funcionar los problemas como algo anexo a nosotros, es difícil separar y dejarlos al margen para estar con la familia tranquilamente o para continuar realizando las tareas laborales con normalidad.
Aquí nos centraremos en este último supuesto: cuando los problemas personales son llevados al ámbito laboral. Y para esto debemos referirnos al Counseling Empresarial.
El Counseling Empresarial es un proceso que da la oportunidad a la persona de conocerse más y al gerente, o profesionales de la empresa, de promover y generar ambientes de trabajo productivos, ya que cuando un empleado tiene problemas personales puede bajar su desempeño laboral influyendo en el resto de las actividades de la empresa.
Tal como afirman muchos, cuando una persona puede combinar de mejor manera su vida personal y profesional (o laboral) trabaja a gusto, lo cual queda evidenciando en la mejor ejecución de las tareas. Y sobre esto se trata el counseling empresarial; una técnica desarrollada en el ambiente laboral por determinados profesionales para que sus empleados puedan entender sus problemas y cómo estos afectan en su trabajo. Aquí es esencial la comunicación entre el profesional y el empleado con problemas personales para que éste los pueda solucionar y retomar un buen desempeño laboral.
Pero ahora bien ¿Quién lleva adelante el counseling empresarial? En este punto podemos hablar de dos tipos de counseling empresarial. Uno profesional donde son, justamente, profesionales o psicólogos especializados los que desempeñan el counseling, y otro no profesional que es realizado por los gerentes o supervisores de la empresa como una función más de su puesto de empleo. Generalmente, éste último es el que presentan las empresas.
En el mencionado caso, los gerentes o supervisores deben tener habilidades y competencias de relaciones interpersonales que les permitan desarrollar el potencial de sus empleados por intermedio de diversas técnicas.
Vale remarcar que el counseling empresarial interviene cuando el desarrollo laboral de los empleados se ve interferido en forma negativa por problemas personales (y comunes), sin que lleguen a ser patologías mentales, ya que aquí se deberán derivar.
Además, en este counseling empresarial, es importante que el empleado pueda reconocer la diferencia entre el desempeño actual y el esperado, la fuente del problema y que pueda armar un plan de actuación para mejorar el desarrollo.
La comunicación de un gerente que ofrece counseling.
El gerente que presta counseling debe ser un buen comunicador y receptor. El proceso de la comunicación es clave, y ésta debe ajustarse a los siguientes lineamientos:
- La comunicación debe ser abierta, directa y honesta. Constantemente se debe aclarar al trabajador las consecuencias potenciales de que continúe con un mal desempeño.
- Se debe escuchar activamente y emplear el silencio para alentar al empleado a hablar de lo que está pasando y de las posibles soluciones para conseguir buenos resultados.
Es menester saber, en todo momento, que el objetivo de esta técnica es que el empleado vuelva a tener un buen desempeño laboral a la mayor brevedad. Y para esto no hay que juzgar a la persona ni exigirle explicaciones. Hay que lograr empatía.