domingo, 1 de agosto de 2010

“Cada día se ve más aprecio por el aceite de oliva en el mundo”

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Trinidad Jiménez, ministra de Sanidad y Política Social. RAFAEL CASAS


Trinidad Jiménez García-Herrera realizó el lunes su primera visita a la capital desde que fue nombrada ministra de Sanidad y Política Social. En una entrevista en exclusiva para este periódico, se mostró concienciada con la necesidad de impulsar proyectos tan importantes como la Ciudad Sanitaria o la Facultad de Medicina y dio un consejo a todo el mundo: consumir aceite de oliva virgen de la provincia. 
—¿Cómo se ve Jaén desde el Gobierno central?
—Se ve como una provincia muy fuerte. Desde el Gobierno queremos darle fortaleza y respaldo. Tratamos siempre de buscar un equilibrio que permita que España sea un país que se construya sobre la base de la cohesión. De hecho, desde Madrid se puso en marcha el Plan Estratégico para Jaén porque se pensaba que era importante darle un impulso en el desarrollo de las infraestructuras y en otros ámbitos, un plan que yo creo que ha hecho que se produzca una buena sintonía para lograr esa cohesión.
—En la actualidad, en materia de Sanidad, el proyecto más importante que existe en Jaén es la construcción de una Ciudad Sanitaria. ¿La ve viable en un momento tan complicado?
—La Junta de Andalucía tiene la firme intención de sacar adelante el proyecto. El problema es que tiene una extraordinaria envergadura y lleva su tiempo, puesto que es un plan muy ambicioso, ya que no sólo será un centro de referencia para Andalucía, sino que además tendrá una dimensión tecnológica y de investigación muy importante.
—Ligada a la Ciudad Sanitaria irá la Facultad de Medicina... 
—Sí, era un proyecto muy demandado desde Jaén y yo creo que es bueno, porque es verdad que existía la necesidad de ofertar más plazas en Andalucía, ya que necesitamos más médicos en España. Hay que tener en cuenta que un médico necesita para formarse una media de diez años, porque tenemos un sistema muy riguroso, de mucho prestigio y de gran calidad, por lo que es bueno que Jaén consiga una Facultad de Medicina.
—¿Por qué los estudiantes tienen que ser verdaderos linces para estudiar Medicina? 
—Es verdad que a veces se ve desde fuera que es demasiado pedir notas de corte tan altas para poder acceder a la carrera de Medicina y que algunas personas que tienen una vocación de verdad se puedan quedar fuera. No es algo que compete al Gobierno nacional, sí a las autoridades académicas. La cuestión está en que como hay muchas personas que piden esta carrera, tienen que seleccionar un determinado número y eso se hace en función de la nota de media académica.
—¿No es una contradicción que falten médicos y existan dificultades para estudiar?
—No se puede tomar la decisión de crear plazas sin saber que se pueden formar con los mismos parámetros de calidad que siempre hemos exigido. De todas maneras, en los últimos cuatro años hemos puesto tres mil plazas más en el ámbito académico.
—En estos dos años que quedan de mandato, ¿cuáles son los proyectos de su Ministerio? 
—Tenemos muchos proyectos en marcha. Sigo en la línea de trabajar por el desarrollo definitivo de la ley de la dependencia. De hecho, el objetivo es conseguir, a finales de 2001 o principios de 2012, llegar al millón de personas dependientes incorporadas al sistema. Por otro lado, tenemos algunos proyectos en el ámbito de la sanidad. Trabajamos en la consecución de un pacto mediante el que consigamos seguir en la línea de una mayor austeridad del gasto. Tenemos también la reforma de la ley del tabaco, que supone trabajar en el ámbito puro de la salud pública, sabiendo que es la primera causa de mortalidad en el mundo. Otro proyecto es la reducción de la obesidad que hay en el ámbito infanto-juvenil, donde en los últimos años se ha duplicado el número de personas con sobrepeso que provoca, además, otro tipo de enfermedades. Son básicamente los temas muy vinculados a la salud pública y a las políticas cercanas a los mayores los que más nos van a ocupar nuestro tiempo.
—¿Qué papel ocupan los mayores en la sociedad? 
—Las personas mayores son el pilar fundamental de esta sociedad, no solamente porque es un colectivo que crece cada día, como consecuencia del alargamiento de la esperanza de vida, sino también porque son los que han construido nuestro país y a ellos les debemos todo. Son los que han tenido que luchar y pelear por construir una democracia, los que nos han sacado adelante y, en general, en España creo que a veces no se les da las gracias lo suficiente.
—Andalucía fue pionera en la ley de la dependencia... 
—Andalucía es una de las comunidades autónomas que tienen la mejor gestión en la ley de la dependencia, por el número de usuarios y también por el tipo de prestación, porque es el primer territorio que brinda teleasistencia y ayuda a domicilio como servicios de proximidad y de calidad. La verdad es que Andalucía gestiona muy bien esta ley.
—Sin embargo, hay críticas con respecto a la lentitud en las valoraciones y de la burocracia.
—Es una ley que lleva en vigor tres años y medio y, por lo tanto, la puesta en marcha de un derecho subjetivo con carácter universal, lleva su tiempo, es como si pusiéramos en marcha la educación universal o la salud pública.
—¿Cómo de importante será la reducción del gasto farmacéutico? 
—Muy importante. De hecho ya hemos tomado dos decisiones que tienen una gran trascendencia, hemos conseguido rebajar la factura farmacéutica en 2.800 millones de euros, hemos llegado al límite en la reducción del precio de los medicamentos y, ahora, tenemos que trabajar en la eficiencia, la gestión y la organización. Pero ahí tenemos una hoja de ruta ya establecida con las comunidades autónomas y las organizaciones profesionales que nos permitirá tomar decisiones de una forma ordenada que también tendrán que ver con la mejora de la calidad asistencial.
—¿En qué notarán los jiennenses el plan de austeridad sanitario? 
—Los jiennenses no van a notar que haya un plan de austeridad, porque hemos tomado decisiones que no supongan un sacrificio para los ciudadanos. Son esfuerzos realizados en el ámbito de la factura farmacéutica o en la parte en que los médicos o las enfermeras son servidores públicos, pero insisto en que no tienen incidencia en el ciudadano. En España, el plan de austeridad sanitario supondrá un ahorro de 4.600 millones de euros anuales.
—¿Está descartado el copago? 
—Sí. Lo descartó el presidente por dos razones. La primera porque desde el punto de vista recaudatorio no contribuye a solucionar el problema de sostenibilidad de la sanidad y la segunda es práctica y de justicia social, a quién se le aplica, cómo, en cuánto...
—¿Hay datos que demuestren un descenso del consumo de tabaco con las restricciones planteadas? 
—Sí, en la medida en que uno limita los espacios en los que se puede fumar, eso provoca que haya un descenso del número de fumadores o, por lo menos, de los cigarros que consumen. Nosotros tenemos la obligación de proteger la salud y hay evidencias científicas muy contrastadas que indican que respirar el humo ambiental también perjudica. No sólo lanzamos un mensaje a los fumadores, sino que tratamos de proteger a los no fumadores, los que inhalan el humo de los demás, que hay que recordar que somos el 75% de la población. Sobre todo, hay una intención de preservar la salud de los menores y de los trabajadores de la hostelería. Su exposición al humo ambiental es cinco veces mayor en España que en el resto de la Unión Europea.
—¿Qué opina del registro creado por los objetores de conciencia contra la ley del aborto? 
—La opinión es libre, pero los médicos que trabajan en el ámbito público tienen la obligación legal de prestar esa asistencia dentro de la cartera de servicios del sistema nacional de salud. Siempre ha habido médicos que han dicho que no querían realizar este tipo de intervenciones y el Tribunal Constitucional avaló que el médico pueda negarse, es decir, la objeción de conciencia está reconocida. Los mismos que antes se negaban son los que ahora se niegan y hay que respetarlo.
—Jaén es la primera productora de aceite del mundo. ¿Cómo podría recomendar su consumo? 
—Es muy saludable. Afortunadamente existen estudios que avalan que el consumo de aceite de oliva es muy bueno para la salud, sobre todo para reducir los riesgos cardiovasculares. Y es bueno en general para todo, pero no solamente por las repercusiones que tiene en la salud, sino que también es un alimento muy apreciado para el paladar. Yo, además, lo recomiendo mucho porque soy consumidora de aceite de oliva de toda la vida, quizás en eso me sale mi vena más andaluza, pero siempre he desayunado pan tostado con aceite. Además, es un alimento con una gran dimensión internacional, cada día hay más aprecio por el aceite de oliva y cada día se ven más estudios que avalan sus bondades.
—¿Cuándo saldremos de la crisis? 
—Esa es una pregunta que creo que ningún político debería contestar, porque es verdad que aventurar en este momento una salida de la crisis es hacer un ejercicio de voluntarismo. Estamos en mejores condiciones que hace cuatro meses, porque hemos tenido un crecimiento positivo y desde el punto de vista técnico se puede decir que se ha dejado atrás la recesión, pero no hay que aventurar nada, porque es una crisis internacional muy profunda y en la que hay muchos factores en juego.
—¿Pasará factura al Gobierno? 
—Todos los gobiernos que gestionan una crisis de esta envergadura sufren siempre algún tipo de repercusión, pero el Gobierno no tiene que estar pendiente de las encuestas.