sábado, 6 de noviembre de 2010

Los discapacitados en desamparo chocan contra la burocracia

Las Jornadas de Ayuda a Domicilio que se celebran en la capital destaparon ayer la "gran frustración" que sienten las trabajadoras sociales a la hora de denunciar a la Fiscalía la situación de desamparo de algunos mayores. Las fiscales Micaela Martín y Silvia Peregrín ofrecieron una ponencia sobre el proceso y los mecanismos de discapacitación que afectan sobre todo a personas de más de 65 años. Una charla que sirvió para que en el turno de preguntas las profesionales asistentes se desahogaran y expresaran su malestar por las trabas burocráticas del sistema que, a su entender, no ofrece el amparo necesario a este tipo de personas.

"Tenemos las manos atadas", expresó una trabajadora social que expuso un caso de un anciano con el síndrome de Diógenes. "Este hombre necesita un cuidado, necesita que sea con-siderado como discapacitado, pero desde la Fiscalía me lo denegaron", añadió. Según la ley, el proceso de discapacitación lo determina la propia persona incapaz, el cónyuge, los des-cendientes, los ascendentes y hermanos o el fiscal en el caso de que las anteriores personas no lo hagan.

Las propias fiscales reconocieron que ellas también se encuentran con muchas trabas a la hora de tramitar los expedientes porque "tenemos obs-táculos" y "una carencia de medios absoluta", en palabras de Micaela Martín.

"Es deleznable que las sentencias de discapacitación parezcan fotocopiadas unas de otras", denunció Martín, que culpa de este hecho a una "sobrecarga brutal de los juzgados". "Es una práctica habi- tual en los juzgados de España incumplir lo que dice el artículo", lamentó la fiscal, que hizo hincapié en que con tanto volumen de trabajo lo más usual es que los funcionarios en vez de hacer un trámite de tres o cuatro días "fotocopien" la misma sentencia.

Por su parte, Peregrín explicó que esta situación demuestra que en España se "exige" una especialización. "En el futuro esperamos que existan juzgados especializados, aunque ahora con la crisis tardarán en ponerse en funcionamiento". En su opinión, lo "desea-ble" es que existieran órganos especializados en materia de discapacidad porque se trata de un "colectivo desvalido" que necesita apoyo.

Peregrín recordó que el 33 por ciento de las personas de más de 65 años sufre alguna discapacidad y nadie está exento de sufrir un accidente, por lo que hay que darle importancia a esta materia. "Hay que dar un giro radical y remover barreras para que estas personas puedan vivir en condiciones de igualdad", concluyó.



Fuente: laprovincia.es